Protected by Copyscape Online Plagiarism Finder

lunes, 22 de febrero de 2010

Epistolario

Uno rumea siempre las palabras
más extrañas, en los momentos más inoportunos:
Te quiero, no te quiero, adiós.
Sí!, mañana, el después, No!.

Silencio.
¡C'est la vie! 

Y dos, no comprenden el significado
De las palabras machacadas por la boca
Más insensata.
La misma que destina saliva
De dulce amargura,
En paladar siempre salino.

Tres pasos de distancia
Son importantes de mantener entre sombras
Que no desean mancharse con la negrura
Que recubre a la otra.
Toda sombra respeta este código,
La ley secreta que las rige.

No diferencio la nada del todo.
O el todo que siempre termina en nada.
No acostumbro aportarme bien
Cuando me muero por sentirme mal.
Me da igual que signo hay después
De la tristeza:
signos de interrogación,
Puntos suspensivos,
¡El imposible punto final de los finales!

Divago, porque no sé  hacer nada más
Que darle vueltas
A los carruseles oxidados de mi niñez,
A la ruleta rusa de mi revolver de cinco balas,
A mi redonda luna melancólica 
Destinada  a podrirse 
En las alcantarillas de mi alma.
Divago, por temor a pronunciar
Palabras que signifiquen algo.

No quiero nombrarte, ni que me nombres
Con nombres que no sean nuestros propios nombres.
 No quiero ser etiquetado con clichés
Tele novelescos (y sé que tu tampoco).  
No quiero ser tuyo ni de nadie.
No busco, ni pretendo
Socavarte tu mundo
Con mi presencia vacía
Carente de sentido Ficcionario
En tu juego desdibujado.

¿Qué pretendo entonces?,
Sencillamente caminar: sin alarmas
O destino, sin prohibiciones que apliquen
A las prohibiciones que ya  nos aplican.
Quiero marcharme de tu mirada.
Desvanecerme en tu piel,
Que me odies cuando te quiera,
Que no me encuentres cuando me busques, Y sobre todo
Que me digas siempre lo que no quiero escuchar.

¿Por qué?
Porque puedo soportarlo.
Porque no existe bien que no te haga mal.

Quiero conocer las ansias
Los misterios de ese latido,
Tan escurridizo,
Que escapa de mis manos,
Que se niega a ser tocado por
¡Mis impulsivas manos!

Quiero ser tu amigo,
El primer amigo al que olvides
El último al que acudes
Sabiendo que no te dirá que no,
Porque no ha aprendido aún
A decirte… nunca o jamás.

¿Me basta o me sobra?
Sencillamente así lo deseo,
Así tú lo deseas.
Así lo deseamos.

Si me hieres no te lo diré.

Seamos verdaderos cuando finjamos
Ser los otros,
Esos otros que a veces seremos.
Hablemos como si nos conociéramos
De otra vida.
Como si dios nos hubiera perdonado en esta vida,
Los pecados que aún no hemos cometido.

Seré tu amigo,
Es mi decisión. Mi ultimátum.
Mi testamento. Mi epitafio.
Seré tu amigo
Porque te quiero.
Porque no resguardo fe,
Ni esperanza,
Porque la esperanza
Es alimento de pesimistas.
Seré tu amigo
Porque te quiero
Y estoy conciente
que quererte significa ser tu amigo.
Ni menos ni más.

Seré tu amigo,
y como amiga aprenderé a quererte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario