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jueves, 29 de abril de 2010

Amarte.

La noche que duerme en alas de mariposa
No es tímida.
La noche que vuela en alas de mariposa
Es hermosa, lenta, tibia y suave
Es llama que no se extingue
Es ternura que no descansa.
Es deseo, amor que no para de entregarse
Es deseo, amor que no sabe de mesuras.

Amarte
Es el arte del amor en tu cuerpo,
Es el beso que no duerme
El Beso que danza y se derrite en nuestras lenguas
Es mi cuerpo buscando tu aire, tu espacio,
Tu luz, tu miel, tu vino, tu vientre.
Es dejar de respirar mientras se vive
Es llenar el alma de luciérnagas rojas.
Es dejarme caer en el abismo candoroso de tus ojos
Es vibrar con mi corazón en la palma de tu mano.

Amarte
Es la sencillez de la entrega mutua
Es el despertar de los sentidos en el cielo de la locura
Es la desnudez que nos cobija y nos alienta
Amarte es tenerte y que me tengas
Es dormir abrazado a tu cintura
Es despertar con tu aliento arriba de mi pecho.
Amarte es conmover al silencio
Es hacerlo testigo de lo tuyo, de lo mío
De lo etéreo
Es pintar con tu boca el ciclo de la luna
Es incendiar el mar con la punta de mi dedo.

Amarte
Es desear que la noche no amanezca
Es querer que la noche de su sueño no despierte.
Amarte es querer otra noche de tus noches
Para amarte una vez más como siempre
Para amarte una vez más como nunca,
Todas mis noches sueñan con esa noche
La noche que durme en alas de mariposa.

miércoles, 21 de abril de 2010

Mis cinco verdades.



Yo no conozco lo que tú conoces.
Yo nací del vientre mismo de la soledad,
Y herí al silencio para siempre con mi grito,
Con mi llanto franco de dolor.

En mi sangre hay mucho de su sangre oscura
Y circula  horrorizada por mis venas.
Por eso jamás supe lo que es vivir en compañía,
El habitar con otros con complacencia,
Siempre fui ese extranjero,
Un punto gris en un mundo tan tecnicolor.

¿Exagero? Probablemente.
Mi niñez me es ajena y la olvido
Con suma facilidad.
Esto es lo único que puedo recordar
Sin brumas, sin negaciones,
Te presento mi primera verdad.

Luego, crecí en la lucha
Con la guerra interior de monstruos
Lacerándome la conciencia, las entrañas
La sístole, la diástole.

Por eso mi multiplicidad de conciencias
De demonios y arcángeles,
 En mi no hay  dos, ni tres,
Ni cinco especímenes iguales
¿Hay belleza en ellos?
No lo sé.
Hay maldad en ellos
Y la conozco muy bien.

 Y hay quienes apuestan y aseguran
En la palestra de los rumores
“Él es capaz de todo”
¿Capaz de qué?
Y me huyen y me temen,
Se ruborizan, se fastidian
Se enfurecen
Ante el horror de mi mirada
Daga profunda que según ellos
Los hiere, los lastima.
Por eso aprendí a bajarla
A cerrarla con llave para no incordiar.

¿No me crees? Pues esta
No me la he inventado.
Así crecí, entre mitos y leyendas
Leyendas que llegaron  a ser
Peor que verdades.
¡No soy un santo!
Soy más bien una especie
De crimen organizado
Y esta es mi segunda verdad.

Tuve amores, es cierto.
Caprichosos, inconvenientes
Prácticos, surrealistas
Impresionistas
Y porque no decirlo
Tuve amores pintados
Por el mismísimo Picasso
¡Oye! Eran tiempos difíciles.

Pero ninguna me acompaña
Y ninguna me recuerda.
Porque no hay meritos en la venganza
En el despecho que se abreva
En el alcohol cálido de los desengaños.

Sí, tuve amores imposibles
Los no consumados,
Los penitentes, los tortuosos,
Los verdaderamente humanos.
Son estos los que guardo en mis bolsillos,
Los que atesoro  como recordatorio
De que a veces el destino se equivoca.
Mi tercera verdad es que duele.

Mi cuarta verdad es un misterio
Y deriva de un pacto secreto
Entre esos “valientes” juergueros
El santo diablo y el maldito dios.

 Si La soledad fue quien me parió
El ojo ajeno el que me juzgó
Y el amor un destino destinado al equivoco;
Pues ninguno es tan decisivo
Tan sutil, por que lo explica todo
¡Lo cambió todo!
Esos dos juergueros decidieron
Una noche de mayo hacer de mí
Un soñador.

Puede parecer pueril,
Una verdad que no merece ser tal,
Pero para mi es la esencial
Porque esta se mezcla y se inmiscuye
Con las demás,
Es el hilo conductor
El incidente incitador
De mi película existencial.

Mi quinta y última verdad
Tiene que ver contigo
Y tus falsas verdades
Es por ello que mi quinta verdad
Llevará por nombre
“El ocaso de lo ídolos”
¿Te parece conocido?

Acepto tus disculpas
Aunque no las necesitaba,
Las acepto por que quizás
Te hacían falta más a ti que  a mí,
Eran más palabras para tu bien
Que para el mío.

A mi me basta y me basto
Con escuchar tu voz,
Sí, sabes cuanto amo escucharla
Aunque sólo fuera para oírla decir
Tres veces no,
Pero eran esos no
Los que yo necesitaba para vivir.

Amarte no me lastima
¡Tú no me lastimas!,
Es el amor que te guardo
El que me quema desde adentro
El que a veces me hiere,
El que me duele.

Y te lo repito por si aún
No lo has comprendido
¡Tú nunca jamás me has lastimado!
Es sólo ese enamoramiento
Que entorpece a veces a mi razón,
Y que crea esa ilusión de que sufro
La ilusión de que me quiebro.

Así que vete olvidando
De esa falsa verdad
De que me has lastimado
Porque hasta la noche de hoy
¡Eso no es cierto!

¿Qué eres peligrosa?,
¡Joder! si el único peligro
Que he corrido contigo
Es el riesgo de ser feliz,
Y contigo lo he sido
Innumerables veces.

O puede ser que el peligro
Al cuál aludías
Fuese el de quererte más,
De lo que ya te quiero,
El de amarte más
De lo que ya te amo,
Pues lo siento
Mi elección sigue siendo
Quedarme
Y correr este peligro.
 Incluso estoy dispuesto
A correr ese otro peligro
El más riesgoso, el más inconcebible
El peligro de me quieras cuando me odies,
Y que me odies sin que me quieras.

Lamentas que te haya conocido,
¡Pues laméntate tú sola!,
Porque yo, no lo lamento.
¡Soy un soñador y lo digo en voz alta!
Sin que me de vergüenza
Sin que me cohíba mi gradual cinismo,
Soy un soñador que te soñó
Tal cual eres
Así de perfecta en tu imperfección
Así te soñé sin saber que existías.

Y aunque al final no seas para mí
Me basta con saber que estas ahí
Recorriendo las calles de parís
Viviendo tú sueño
Porque también es mi sueño
El que seas feliz.

Así que como podría lamentarme
De haberte conocido,
Porque el destino que a veces se equivoca
Y en mi caso más que a veces,
En esta rara ocasión
(Mejor no acostumbrase)
Haya acertado,
Esta vez no se equivoco.

Yo era un páramo antes de conocerte
Una isla sin vida.
Un autómata del cálculo y el control,
 Un pequeñín con sendos miedos.

Tú, colocaste sobre mi páramo
El primer tulipán de vida,
Luego sembraste un rosal,
Un gladiolo, un clavel,
Un viñedo, una veranera
Cuando en mi alma aún era invierno
Luego llegaron las mariposas
¡Que hermosas son las mariposas!

Éste es tu jardín
Tiene tu aroma impregnado
Tu color, tu mirada, tu sudor
Tu beso, tu abrazo, tu sexo
Fuese o no tu intención,
Construiste un jardín en mí.

Podrán venir otros amores
Y desearan decir, necesitaran decir
Que este jardín ahora les pertenece,
Yo les diré que sí,
Ya sabes para no incordiar,
Porque yo sabré que este jardín
Es sólo tuyo.

Cuándo quieras puedes venir a verlo
Puedas entrar y jugar en él,
No necesitas de mi permiso
Es tu jardín
Ven y siembra lo que quieras sembrar.

Estas son mis cinco verdades
Ni una menos ni una más
O quizás me arriesgue a entregarte un plus
Amor te amo, como se aman ciertas cosas
Que se creen y se sienten oscuras,
Siendo tan brillantes como el sol
Tan hermosas como mi luna.

¿¡Amo..!? Adiós.







lunes, 19 de abril de 2010

Balada de luna.


I
Testigo que no ve,
El oleaje sacudió
Su autorretrato en ése espejo
 De espuma y  más sal.

Navegante que no ve,
La herida que sangró
Bajo el navío que navega
Sin  poder nunca en una isla encallar.

Circulo de luz,
Ojo que no puede desaguar
La melancolía transgresora
Que en noches como esta
Nunca le perdona,
Ni siquiera,
Una gota,
De inmensa piedad.



II
Tiempo que voló,
Todo es sencillez
Seguirlo en el curso equivocado
En su venganza natural.
Restos flotantes,
De su encuentro
Van emergiendo,
En los papeles del gris capitán.
En su océano de memorias
Suele celar
Una vasta y profunda
Soledad.

Luz nevada acarició,
Alguna vez su partida y  llegada
A ese  puerto de olas calmas en el/la mar,
Fue el encuentro más cercano
A una Ítaca ¿quizás?.


III

Circulo de luz,
Ojo que jamás pudo desaguar
La  melancolía ¡musa asesina!  
Que en noches y al filo del alba
Que pronto esta por llegar
Nunca le perdona.
Ni siquiera
 Un sueño, un desvelo
Una sonrisa, una pronta caricia
Un te quiero  
 De triste honestidad.

 De ningún modo le puede perdonar
Ni siquiera y aunque quiera
Esa gota inútil
De inmensa...

Piedad.






5:16 a.m. 20/04/10

viernes, 9 de abril de 2010

Hablemos en silencio.

Hablemos del silencio o hablemos con él,
-Interroguémosle-
Que su fiebre nocturna nos envicie,
Que su halito de secretos nos seduzca.

Enseñémosle a reír con la tristeza atravesada en la garganta,
A carcajearse de las sombras que nos acechan por la espalda.

Enseñémosle a danzar leve, ausente, provocativo
Al ritmo demencial de mis preguntas sin tus respuestas.

Acariciémosle tiernamente, sin malicias.
El silencio aún habita en la infancia,
En la inocencia del primer amor.

Curémosle las penas, los miedos, las heridas acumuladas
En su piel de durazno, en su alma de papel.

Lavémosle el rostro trasnochado por el monstruo del insomnio,
Y compartamos con él,
El sueño que nos duele,
El sueño doloroso de la verdad.

Demostrémosle al silencio, que es cierto,
Que es penumbra, que es verbo, latido.
Que es madre defensora,
Que es esperma que fecunda.

Porque el silencio es cierto,
Tan cierto, demasiado cierto
Entre nosotros…











...¿¡Amo..!? No....

jueves, 8 de abril de 2010

If faut tenter de vivre .


La diosa razón intenta cortar, disecar,
Hacer autopsias  en la calma,
Cuando el total absurdo ha dejado de ser crisis.
Pretende predecir futuras tormentas,
Ahogar el grito del resignado.

Pero qué hay de la absurda crisis
Que arremete  en el peor  instante
Sin aviso, ni predicción.
¿Habrá razón que no ceda al primer impulso?
¿A la precipitación instintiva?
De nacer o abortar.

¿Dónde queda la dialéctica?
Con su milagroso control del devenir,
¡Mierda, No hay nada que controlar!,
El absurdo es entropía,
Es caos  demencial.

 Al final,  el  Milagro del control no es tan absurdo
Como parece;
Lo que es realmente absurdo
Es lo que le precede y le sigue.

    If faut tenter de vivre .

Hice de mí.

Hice de mí, lo que dios me negó.
Para mi bien decía él,
Y siendo dios, un clarividente
Un tahúr de dados cargados,
Pues sí, era lo mejor.

Pero, hice de mí una antípoda
De ferviente y perpetua porfía.
Una oscura imitación del caballero quijotesco,
Un almanaque de dudas y minucias.
Un Anarquista con decálogo,
Un géminis múltiple,
Un coleccionista de restos de pan,
De brizna y ceniza, de lluvia
De Sangre y humo,
De versos,
Que nunca serán verdaderos versos.

Dios, quería negarme la tortura
El quería para mí la beatitud de la ignorancia.
Pero, yo quería jugar juegos de ruleta rusa,
Disparar en mi sien el plomo de la lucidez.
Y sin retorno la bala como relámpago
Fue dejando su quemadura.
Y la lucidez era dolor sempiterno,
Hambre insaciable,
Exilio y soledad.

Pero, esta también me hirió de alegrías, es cierto,
Hubo fiestas sin antifaces,
El salpullido de la culpa desapareció,
Las sombras en la caverna
Dejaron de ser sombras,
La libertad era al fin
Una autentica Elección.

Es cierto, dios quería lo mejor para mí.
Pero, preferí condenarme
Y caminar por el cadalso,
Por la angustia del insomnio
Ese asesino de utopias.

Porque es cierto, yo erigí mi voluntad
Sobre la voluntad del dios caído.
Él era mi amigo y tan sólo me deseaba lo mejor.
(Perdón)
Pero hice de mí un infierno,
Un demonio, ese dios:
Un ser humano.

miércoles, 7 de abril de 2010

Emociones elementales II


Erase una vez,
 El dominio de la santa verdad de la palabra escrita,
 Antes era más sencillo ser más poeta que niño;
 Y así, dejar el falsete demagogo del alma que necesita desahogo.

Como cualquier otra apesadumbrada carga de asno,
 Hay que soltarla de vez en cuando.
No es peste bubónica, ni fiebre tifoidea, no es maldición gitana,
 Ni mucho menos un caso de delirium tremens (aunque ya me gustaría),
Es soledad y rabieta.
 Es espasmo melancólico, cigarrillo mal fumado,
 ¡Es la nostalgia de lo que nunca ha pasado!

 Es recaída tal vez;
 ¡Pero qué caída que me siento aún volando!,
Y no miro piso y ya me tiemblan las manos.
 Veo lo que deseo y no debería desear,
 Quiero lo que no puedo querer,
Sueño a escondidas del imperio insomne
Que llevo metido entre ceja y ceja.

 No me creo, cuando me digo que me creo,
 Y respondo a la misma pregunta con la misma mentira.
 ¡Qué ironía!, estoy sintiendo que siento cosquillas en el pecho.
Tengo ganas de sollozar en generación espontanea de tristeza.
 Siento ruinas de espejos reflejando el abismo de lo incierto.
 ¿Es inicio senil a grandes rasgos? ó ¿síndrome de Peter Pan tergiversado?.

 Añoro el común denominador de la ciencia exacta,
 Añoro la ley de anti-gravedad:
“Todo lo que baja, después subirá,
 Y todo lo que baja nunca más nos pesara”.
Tengo el ansia de despertar muerto o dormirme sintiéndome vivo.
Tengo las ganas de tirar la famosa toalla,
La toalla cicuta, la toalla sicario.

 ¿Quién me acompañará a la hora de la cena?,
¿Quién entenderá la verborragia de Ippolit la carta improvisada?,
¿Alguien me dirá por fin quién fue primero el huevo o la gallina?,
¿Sabrá dios que lo de ateo era una blasfemia blanquita?
Porque si hay mentiras blancas, porqué no ha de haber también
 Blancas blasfemias o por lo menos blasfemitas,
De las de miga de pan con perdón y gracia.


Bien es mal, peor es mejor, todo a la nada,
 Solo entre dos, más de menos, yo por vos.
 ¡Ser por una vez esbirro del corazón!,
Taquígrafo de su cursilería, apariencia de su dolor.
 Que guardo bajo mi sombra más que la pena de tener corazón.
 Siento como cualquiera y cualquiera podría ser yo,
 Luciérnaga, relámpago, agujero en el pantalón,
“Imagogo”, el nunca más para Poe.
 Puhskin y su pobre caballero, el alquimista Cohelo,
 El príncipe Mishkin o el idiota Liov,
Cinco versos con Neruda en el corazón.
  Telegrama de Vallejo: Perdonen la tristeza,
 ¡La verdad es una conspiración!

  Posdata: Caussobon ¿el péndulo de Fualcolt? …


En Abril 2006