-Interroguémosle-
Que su fiebre nocturna nos envicie,
Que su halito de secretos nos seduzca.
Enseñémosle a reír con la tristeza atravesada en la garganta,
A carcajearse de las sombras que nos acechan por la espalda.
Enseñémosle a danzar leve, ausente, provocativo
Al ritmo demencial de mis preguntas sin tus respuestas.
Acariciémosle tiernamente, sin malicias.
El silencio aún habita en la infancia,
En la inocencia del primer amor.
Curémosle las penas, los miedos, las heridas acumuladas
En su piel de durazno, en su alma de papel.
Lavémosle el rostro trasnochado por el monstruo del insomnio,
Y compartamos con él,
El sueño que nos duele,
El sueño doloroso de la verdad.
Demostrémosle al silencio, que es cierto,
Que es penumbra, que es verbo, latido.
Que es madre defensora,
Que es esperma que fecunda.
Porque el silencio es cierto,
Tan cierto, demasiado cierto
Entre nosotros…

...¿¡Amo..!? No....
...sin palabras!...simplemente ME ENCANTA!
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